juega a ser su propia ofrenda, en lo
desamparado de dar y recibir.
LILIANA LUKIN
← la llamo hija porque hija se llama
la hija que no tuve / y si / torpe y seca como soy / la dejé sin leche en el poema / y no / cuchillo calvo en mi grieta / igual que éste, nunca saldrá de aquí. →
* Obra pictórica de Zulema D.G.
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ella y nosotras somos las mismas, engarzadas, hermanadas, paridas, y fecundadas
ResponderEliminarabrazos y buen fin de semana RO
es un arraigo difícil de extinguir, Elisa, es un tema complejo para la sujeto lírico... no son las palabras externas en su función estética el valor aquí... si no el acercamiento a una vivencia personal.
Eliminarabrazos, muchos
sabes que suelo ser más contundente...pero es tanto el sentimiento que desborda tu amor a la poesía, que cierro los ojos y sólo me dejo llevar por este mar de sentimiento que me embargó al leer este tu poema, El Poema, el tuyo...mi reina...es precioso.
ResponderEliminaresta niña influyó de manera determinante en la búsqueda de su rostro, que no he conocido ni conoceré...
Eliminarpero es la compañía con quien hablo de pronto, a solas, como diría Villaurrutia,
abrazos, divina poeta.
Hermoso poema Ro, lleno de sentimientos hacia esa hija tan deseada que se convirtió en poesía, y habita el corazón de su madre, cada vez que ella escribe, aflora su imagen dibujada en letras de nostalgia. Lindo, cariños de Marianela.
ResponderEliminarsi, comadre, la poesía tiene el rostro de la hija carnal que no tuve, por eso y mucho más adoro la señorita personalidad... GRACIAS, Marianela, tienes buen ojo.
Eliminartqm, Ro
"Nunca saldrá de aquí"...Lo esperado carnal se ha vuelto vuelo y deleite en palabras. Ella no llegó en hueso; pero el vientre cobijó el germen del verso...
ResponderEliminarEs el poema más dulce y sensible que te he leído poeta. ¡Qué decir mujer!, a sus pies la reverencia...
la señorita personalidad es el sostén donde descansa esa niña, la fortaleza para las adversidades... GRACIAS, mi señora Tatiana, por acariciar mis cicatrices.
ResponderEliminarHum...en mis poemas suelo desmembrar a todos los hijos. Los hago añicos, eso sí, pero con toda la ternura de este mundo. ¿Seré quizás una de esas madres que de tan monstruo son monstruos hermosos?
ResponderEliminarMi leche es leche negra, pero sustenta.
Un saludo, Rocío.
estimado Miguel, has abierto la/tu puerta a un mundo que me seduce, esa/tu leche oscura pocas veces se da en literatura, es decir, la forma, el tratamiento del lenguaje es lo que conquístame... porque desarmar la sintaxis también es mi pasión.
ResponderEliminarabrazos desde Chile, Ro
Vaya, Ro...me enternecen tus palabras. Puedes creerme. Aunque soy un mentiroso lo soy sinceramente. No me esperaba que me dijeses algo así ni por asomo. Sabré agradecerlo ennegreciendo más la leche, si cabe.
ResponderEliminarTú, por desarmada, sabes bien de que te hablo.
Un besazo, compañera.
no se enternezca, compañero, mire que hay mucha tierra para sembrar, y ésta lleva camino de cabras, jajajaja
ResponderEliminarabrazobeso, Ro