El
recuerdo Algo más exige de mí Otra sacudida al árbol Como parte cierta de su
gracia. Por ella sólo en ella se abren habitaciones El hielo. Flaco igual que
tumba Un despojo. Ese fantasma tiene ojos de frente Y tres párpados Secreta
oscuridad. Ésta que amo muchísimo y no quiero nada Mi mundo es un bosque de
coníferas Ácido. Como agujas el soplo glacial. No se engaña la voz cuando huye
Mitad latido Mitad acierto en teatro de sombras. Qué no hable de su locura la
poesía aburguesada. Medito la vendetta que sufren las mujeres en tiempo real
Esto que acontece bajo los zapatos
Un
puñal de fuego abre la tierra
Y soy
yo quien nuevamente gestiona el perdón.
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